Energía Solar
La energía solar térmica consiste en el aprovechamiento del calor solar mediante el uso de paneles solares térmicos con un procedimiento de intercambio térmico entre un serpentín de cobre por el que circula agua y que está precedido por un absorvedor de cristal que atrapa los rayos solares.
La utilización más común de la energía solar es para calentar agua, tanto en edificios particulares, como en Comunidades de propietarios, siempre y cuando el espacio disponible permita la instalación de los paneles.
También hay otras, las más extendidas de esta tecnología son, el calentamiento de agua sanitaria (ACS), la calefacción por suelo radiante y el precalentamiento de agua para procesos industriales.
Otras aplicaciones son el calentamiento de agua para piscinas cubiertas o a la intemperie y usos emergentes como el de climatización o frío solar alimentando a bombas calor/frio de absorción.
En función de la aplicación, usaremos distintos tipos de colectores ó paneles solares térmicos.
En cuanto a las instalaciones, podemos encontrar desde equipos compactos para dotar de agua caliente sanitaria a una casa unifamiliar, hasta instalaciones mas completas con fluidos caloportadores distintos al agua, intercambiadores de calor, grandes depósitos de acumulación, etc.
Actualmente podemos afirmar que el aprovechamiento de la energía solar térmica es una tecnología madura y fiable, que las inversiones realizadas siempre son amortizables sin la necesidad de subvenciones, y que se trata de una alternativa respetuosa con el medio ambiente. Nuestra experiencia en mantenimientos nos ha llevado a la conclusión de que aproximadamente desde los meses de Abril/Mayo a Octubre no se hace uso de la caldera para el agua caliente por lo que el ahorro en la factura de gas o gasoil es significativo y demostrable desde el primer año.
Otra forma de aprovechamiento de la radiación solar consiste en su transformación directa en energía eléctrica mediante el efecto fotovoltaico.
Existen fundamentalmente dos tipos de aplicaciones de la energía solar fotovoltaica: instalaciones aisladas de la red eléctrica y centrales de generación conectadas a la red.
Sistemas aislados de energía solar fotovoltaica, gracias a esta tecnología podemos disponer de electricidad en lugares alejados de la red de distribución eléctrica. De esta manera, podemos suministrar electricidad a casas de campo, refugios de montaña, bombeos de agua, instalaciones ganaderas, sistemas de iluminación o balizamiento, sistemas de comunicaciones, etc.
Los sistemas aislados se componen principalmente de captación de energía solar mediante paneles solares fotovoltaicos y almacenamiento de la energía eléctrica generada por los paneles en baterías.
Sistemas fotovoltaicos conectados a red, esta aplicación consiste en generar electricidad mediante paneles solares fotovoltaicos e inyectarla directamente a la red de distribución eléctrica para su venta a las compañias comercializadoras.
La utilización más común de la energía solar es para calentar agua, tanto en edificios particulares, como en Comunidades de propietarios, siempre y cuando el espacio disponible permita la instalación de los paneles.
También hay otras, las más extendidas de esta tecnología son, el calentamiento de agua sanitaria (ACS), la calefacción por suelo radiante y el precalentamiento de agua para procesos industriales.
Otras aplicaciones son el calentamiento de agua para piscinas cubiertas o a la intemperie y usos emergentes como el de climatización o frío solar alimentando a bombas calor/frio de absorción.
En función de la aplicación, usaremos distintos tipos de colectores ó paneles solares térmicos.
En cuanto a las instalaciones, podemos encontrar desde equipos compactos para dotar de agua caliente sanitaria a una casa unifamiliar, hasta instalaciones mas completas con fluidos caloportadores distintos al agua, intercambiadores de calor, grandes depósitos de acumulación, etc.
Actualmente podemos afirmar que el aprovechamiento de la energía solar térmica es una tecnología madura y fiable, que las inversiones realizadas siempre son amortizables sin la necesidad de subvenciones, y que se trata de una alternativa respetuosa con el medio ambiente. Nuestra experiencia en mantenimientos nos ha llevado a la conclusión de que aproximadamente desde los meses de Abril/Mayo a Octubre no se hace uso de la caldera para el agua caliente por lo que el ahorro en la factura de gas o gasoil es significativo y demostrable desde el primer año.
Otra forma de aprovechamiento de la radiación solar consiste en su transformación directa en energía eléctrica mediante el efecto fotovoltaico.
Existen fundamentalmente dos tipos de aplicaciones de la energía solar fotovoltaica: instalaciones aisladas de la red eléctrica y centrales de generación conectadas a la red.
Sistemas aislados de energía solar fotovoltaica, gracias a esta tecnología podemos disponer de electricidad en lugares alejados de la red de distribución eléctrica. De esta manera, podemos suministrar electricidad a casas de campo, refugios de montaña, bombeos de agua, instalaciones ganaderas, sistemas de iluminación o balizamiento, sistemas de comunicaciones, etc.
Los sistemas aislados se componen principalmente de captación de energía solar mediante paneles solares fotovoltaicos y almacenamiento de la energía eléctrica generada por los paneles en baterías.
Sistemas fotovoltaicos conectados a red, esta aplicación consiste en generar electricidad mediante paneles solares fotovoltaicos e inyectarla directamente a la red de distribución eléctrica para su venta a las compañias comercializadoras.